Conversamos con Diego Godoy, joven y promisorio tenor chileno. Desde septiembre 2015 es parte del Programa "Opera Studio" en la prestigiosa "Opéra National du Rhin". Diego debutó en 2013 en el Municipal de Santiago con el breve rol de Benvolio, en "Romeo y Julieta" de Charles Gounod.
En Estrasburgo ha tomado parte de las producciones de "Cendrillon" de Wolf-Ferrari, "La Cambiale di matrimonio" e "Il Signor Bruschino" de Rossini, "Idomeneo" de Mozart, "Don Carlo" de Verdi, "Salomé" de R. Strauss, entre otras. En algunas de estas óperas ha actuado en roles protagónicos.
Diego, cuéntanos de tus inicios, ¿cómo fue que te decidiste a ser cantante de ópera, una profesión poco común?
Soy del norte, de Antofagasta, pero me crié en Copiapó. Comencé a estudiar canto lírico en el Liceo de música de esa ciudad. Rodrigo Tapia Salfate, quien trabaja allí desde hace años, fue mi primer profesor de canto. Ingresé a estudiar a ese lugar interesado por ser pianista, pero pronto descubrí el canto lirico incursionando en el "Coro Polifónico" del Liceo. En 2014, el último año en que estuve en Chile, tuve como maestra a Graciela Araya, quien también me ayudó mucho y motivó a dar el paso de venir a Europa. Con ella trabajé repertorio y algunos de los roles que me están llevando a construir una carrera.
¿Cómo llegaste al programa "Opera Studio" en Estrasburgo? Mientras residía en Chile, viajé a Alemania para audicionar en Berlín. En ese viaje, pude hacerme oír en varios lugares de Europa, como la "Opéra National du Rhin" en Francia, donde fui seleccionado. En este primer momento, estuve en Estrasburgo un corto tiempo y regresé a Chile para hacer el papeleo que permitiera establecerme en aquel país. Este último viaje calzó con las funciones de “El turco en Italia” en el Teatro Municipal de Santiago donde canté el rol de Albazar. El Opera Studio funciona como un lugar de aprendizaje posterior al conservatorio. Actuamos también como un ensemble joven. Cantamos roles comprimarios y tenemos dos producciones nuestras al año donde cantamos roles protagónicos.
Hace poco estuviste cantando en Trinidad y Tobago ¿Cómo fue esa experiencia?
Sí, en 2015 y fue muy interesante. Una cultura distinta, que posee una herencia británica y una composición étnica particular, de origen indio y africano. Un país peculiar, con un público en general muy joven en el sentido de asistir a la ópera. La fundación de música clásica que me invitó cumplía 10 años de existencia y la producción de Cosí fan Tutte que hicimos, era el evento principal de celebración. Un público bastante joven, neófito, pero que disfrutó mucho.
¿Interpretaste a Ferrando? Claro. Fue la primera vez que lo cantaba. Un rol largo, que afrontaré nuevamente en Octubre en la Opera de Reims, en una co-producción de la Opéra de Rouen, la Opéra de Massy y la ya mencionada Reims.
¿Cómo definirías tu voz? Es un registro de lírico joven. En este momento, creo que lo más sano es cantar Rossini, Mozart y el belcanto adecuado a mis capacidades y condiciones actuales. Cuando se es joven se cree que es posible cantar de todo porque se tienen las notas, pero no siempre es así. La voz necesita madurar y es sano empezar con este tipo de compositores.
Diego Godoy
'Deh, tu m'assisti amore'
Il Signor Bruschino - Rossini
Claro, no forzar. Además estos autores dejan al descubierto tu voz y los potenciales errores que pudieses cometer.
Sí, eso es cierto. Aquí he tenido la posibilidad de estudiar y formarme. Además, he podido compartir con cantantes de mucha experiencia, así como ser dirigido por maestros musicales y de escena de mucha reputación. Por ejemplo, ahora estuve trabajando con el director de orquesta José Miguel Pérez Sierra en “Il Signor Bruschino” de Rossini, músico que el que había trabajado en Chile.
He aprendido muchas cosas. Una de ellas, manejar el tema del repertorio. Para un tenor lírico de mi tipo, puede ser más fácil manejarlo que para otro tipo de voz. Los artistas de mi tipología vocal, en general comienzan jóvenes, pero cuando se cuenta con una voz que va progresando en el tiempo hay que ser muy cuidadoso. En Francia he tenido la suerte de hacer cosas sanas para mi voz. Lo único un poco más pesado que he hecho fue una versión reducida de la ópera “La Favorite” de Donizetti. Los alemanes tienen una clasificación de voz que llaman “Fach”, en la que hablan del tenor italiano, en la que estaría yo. Algunas personas creen que un tenor italiano puede ir desde Rossini al belcanto, incluyendo probablemente algún rol de Verdi. Creo que es subjetivo, otras escuelas en Alemania lo definen así, pero otras dicen que un tenor italiano es un tenor lírico absoluto, completo, es decir que puede ir desde el belcanto más pesado, pasando por Verdi hasta Puccini. Las voces latinas en general entran en ese marco de repertorio italiano, en el que pueden desarrollarse muy bien. Luego, hay que pulir la voz, estudiar y ser inteligente para ir incluyendo nuevas adquisiciones técnicas que acompañen ese desarrollo natural de la voz, además de una adecuada elección del repertorio. Hay que saber manejar la voz, como me decía el Maestro Pérez-Sierra: cantar puede ser como manejar un Ferrari, pueden haber voces espectaculares pero hay que saber manejarlas.
¿Trabajas con algún maestro en Europa? En el Opera Studio tenemos acceso a clases privadas todo el año. En los dos años que he estado aquí han venido excelentes profesores, estudiosos de la técnica y del aparato fonatorio, desde el punto de vista fisiológico. Además, cantantes de dilatada carrera como Sylvie Valayre. Esta última es una excelente profesora, no sólo en lo técnico, sino que también en lo humano. Ellos me han ayudado mucho, tal como en su momento hizo Graciela Araya, la cual me abrió los ojos e hizo darme cuenta que hay muchas posibilidades de estudio y trabajo en Europa.
Cambiando de tema ¿Cómo conjugas la vida social con tu demandante carrera? Toda mi vida he sido muy sereno. De la educación que recibí aprendí que hay que tener prioridades en la vida. Esta carrera me la he hecho solo, me ha costado muchísimo. Para eso he sabido moverme inteligentemente en este rubro y no he perdido ni el horizonte ni la meta. Con el tiempo he ido asumiendo que mi actividad profesional es un elemento para desarrollarme integralmente como persona. Cuando se es joven se tienen ganas de vivir, pero salí a corta edad de la casa de mis padres, con el natural miedo de mi familia al escucharme decir que quería ser cantante lírico. Más aún viniendo de una familia de esfuerzo, que lo que tiene lo ha construido con mucho esfuerzo. Creo que en mi profesión, el camino debe ser artístico, pero sabiendo conjugar el construir una carrera. De esta forma, saber estar en el momento y lugar preciso para tomar las oportunidades que se puedan presentar, siempre preparado para responder de buena manera. Hace poco tiempo trabajo con una agente -Thérèse Cédelle- que ha trabajado por años con Natalie Dessay. Afortunadamente Thérèse fue cantante y tiene mucho respeto por las decisiones y el trabajo del artista. Ella me decía que lo principal es trabajar mucho la voz y en la escena.
Diego, ¿podrías contarnos sobre tus proyectos futuros? Haré nuevamente “Così fan Tutte” en la Ópera de Reims. Posteriormente, en Julio parto a Austria a cantar en “La hija del Regimiento” en el Kirchstetten Musik Festival. Llego ahí gracias a una audición que hice en Diciembre. Es un Festival pequeño, pero de alto nivel, en el que además de haber gente joven, ésta se mezcla con cantantes más experimentados. El director es un austríaco de origen iraní que trabajó en Graz, hay también un maestro de escena de Hungría. Creo que es un buen lugar para debutar Tonio (el tenor protagonista). Luego otra produccion de "Così fan tutte" y algunas ofertas para el próximo año que estamos analizando con los agentes. Tengo otras posibilidades y ofertas, principalmente en Francia e Italia. Tengo que conversar con mis agentes: Thérèse Cédelle de la que ya hablé y Giovanna Gatta que se encarga de posicionarme en Italia.
¿Piensas volver a cantar en Chile en el corto plazo?
Este año me llegó una invitación para audicionar a la nueva dirección del Teatro Municipal. No pude asistir, porque me era imposible viajar a Chile, así que di mis excusas. Desde que llegué a Europa hace dos años no he podido viajar a ver a mi familia. Ahora no es mi prioridad hacerlo, ellos saben en lo que estoy y contentos de lo que he logrado. No hay ninguna presión de cuando ir, tal vez más adelante y feliz si puedo también actuar en un escenario en Chile.
Diego Godoy/ Louise Pingeot
'Quanto e dolce a un'alma amante'
Il Signor Bruschino - Rossini